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Cómo tomar el Sol de manera adecuada

Para darle la bienvenida a la primavera, hoy queremos hablar sobre cómo debemos proteger nuestra piel del Sol ahora que viene el buen tiempo. A pesar de que el Sol tenga muchas vitaminas y propiedades saludables para nosotros, es muy importante protegerse bien la piel para no quemarse. Las quemaduras de sol envejecen y estropean la piel. Además, es muy peligroso ya que puede derivar en enfermedades graves dermatológicas.

En primer lugar, hay que echarse crema solar en todo el cuerpo. Los lugares más propensos a quemarse son la cara, los hombros y el escote. Aún así, no hay que olvidarse de proteger ninguna parte. Es muy común no ponerse crema en zonas como las orejas o los párpados y luego son sitios propensos a quemarse y resulta muy doloroso. De hecho, algunos expertos recomiendan utilizar crema de sol 50+ cada día del año.

También es muy importante hidratarse la piel después de exponerse al Sol para evitar que se reseque. El aloe vera es un ingrediente muy bueno para esto y es recomendable utilizar un aftersun que lo contenga o directamente extracto de aloe vera puro. Hidratar la piel ayuda a que se regenere, nutra y broncee sin quemarse.

Además de esto, hay que seguir una buena alimentación. Alimentos como la zanahoria y el tomate hacen que tu bronceado se potencie y luzca más bonito y natural. Al facilitar el proceso de bronceado, estamos menos horas expuestos al sol, por lo que estamos menos tiempo en riesgo de quemarnos.

Por último, también existen complementos alimenticios en forma de cápsula, como por ejemplo Aspolvit Solar Intensive. Estas cápsulas sin gluten ni lactosa y aptas para veganos reducen el daño de la radiación solar sobre la piel y facilitan un bronceado natural más atractivo y duradero. No sustituyen el uso de fotoprotector tópico. En el bote vienen 60 cápsulas, por lo tanto, dura 2 meses ya que se toma una cápsula al día. Te recomendamos que empieces a tomarlo mínimo un mes antes de empezar a tomar el Sol a menudo y que no las dejes hasta que acabe la temporada. Lo recomendable es empezar el tratamiento de abril/mayo a septiembre.

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